lunes, 19 de enero de 2009

ENTRE ANIMALES Y AGUA BENDITA


Entre nuestras tradiciones festivas una de las que me gustan más, es un festejo, que tiene sus raíces en los ritos prehispánicos, donde se bendecían animales y semillas y que fue retomado mas tarde en la época colonial.
La bendición de los animales es una tradición que se lleva a cabo cada año en México, durante el día de San Antonio Abad el17 de enero. Aunque también se acostumbra en otros países como España por ejemplo y otros lugares donde esta festividad se le atribuye a San francisco de Asís.
Y pues aprovechando que era sábado, y que no tenia nada importante que hacer en casa, que me lanzo de inmediato hacia el Barrio de San Antonio en donde se encuentra la Iglesia de San Antonio Abad y San Antonio de Padua, no sin antes vestirme y arreglarme como todo un niño bueno...bueno hice lo que pude, por lo menos me peiné, ya que estaría en la Iglesia, y vaya que si sé como se las gastan algunas personas del cirio eterno, así que ya con el respectivo disfraz, salí rumbo a la Iglesia con mi cámara, y una risita hipócrita tratando de aparentar casi casi estar en olor de santidad...olor que duro muy poco, pues no me abstuve de fumarme uno que otro cigarrito.
Después de algunos ligeros contratiempos... bueno no tan ligeros , ya que me perdí entre las calles de el Barrio de los Pitufos, producto de una mala elección en el transporte, Pude llegar a tan ansiada festividad, el espectáculo era tan tierno y agradable, gatitos por aquì, perritos por allá, un canario aquí, un perico allá, una tortuga de este lado, un pato de este otro, niñas con peceras, jaulitas con diminutos animalitos que solo los dueños sabían que eran...ratoncitos, conejos, cuyos...y hasta una rara especie de camaleón, todo amenizado por la bonachona voz del padre envuelto en la entrañable música de Crí Crí...
El atrio estaba repleto de animalitos de todas razas y especies, y gente de todo tipo, desde señoras de mucho copete, damas de la vela perpetúa, señores con cara de ser bien decentes...¿será? hasta las agradables señoras con delantal y sonrisa amable, chicos, chicas, solteros, casados, matrimonios jóvenes, matrimonios viejos, intermedios y un "titipuchal" de niños.
Todavía me recuerdo entre canciones que hablaban de la patita, o del caminito de la escuela, y que si el ratón vaquero... estudiantes tomando notas para alguna tarea de la escuela, gente amable posando para mi cámara, animalitos vestidos de gala, o con listones de colores, fotógrafos, gente viva, gente real, gente...gente...gente…Algo que me llamo la atención fue que solo un grupo selecto de personas se metían por una extraña puertita dentro de la Iglesia, gente que ponía cara de misterio cada vez que entraba por esa puertita...lo raro era que no salían...me acerque con el firme propósito de salir de dudas, pero cada vez que intentaba mirar hacia adentro, una de las hijas de maría cerraba la misteriosa puertita...fue tanta mi curiosidad, que aprovechando la simpatía que note que le produje al padre, me puse a platicar con él, le pedí una foto, (o sea que se retratara conmigo) le pregunte cosas, le invente otras, total que termine colándome tras la misteriosa puertita... chasco que me lleve, solo se trataba de la habitación de el padre mas viejito del lugar y que por estar enfermo lo habían trasladado hasta ese sitio pues ya no podía ni levantarse, pues le dolía todo su sacrosanto cuerpecito y las personas que entraban eran gente cercana a él y solo pasaban a saludarlo y luego salían por la puerta trasera, que los devolvía de nuevo al atrio...Pues ya ni modo, que saludo y que me salgo....después de todo el ambiente estaba mejor afuera...y yo que hasta unas fotos me tome con el padre y el odioso sacristán, todo con tal de simpatizar con el padre, bueno, después de todo logre mi cometido.
La ceremonia empezó con una misa en la que se recordó que los animales son criaturas divinas y se pide a las personas que reflexionen sobre la importancia de cuidarlos para mantener el equilibrio que debe haber entre el hombre y la naturaleza.
Después ante el sacerdote desfilaron, perros, gatos, patos, gallinas, tortugas, conejos, peces, canarios, loros y otros animales que fueron rociados con agua bendita (ja ja hasta a mí me toco agua bendita...¿pues no que quemaba?) al mismo tiempo que imploran: San Antonio bendito, ¡bendice a mis animalitos!
Todos los animalitos, son elegantemente vestidos o adornados con listones de muchos colores.
Como no me iba a "chutar" toda la misa, salí de la Iglesia pensando donde me sentaría a fumarme otro cigarro, tan pensativo estaba que no me di cuenta que me observaban, y solo lo supe hasta que escuche una voz que decía:
-Ver para creer!!
-Ver para creer...Tú!!...¿que haces aquí?, ¿pues que te perdiste? ...
Se trataba de un familiar que por supuesto le extraño verme un día sábado saliendo de la iglesia y vestido como todo un niño de colegio salesiano.
No terminaría de contar todas las anécdotas antes y después de llegar a la Iglesia, pero solo les puedo decir que fue una gran experiencia, volver a sentirme niño, y sentir la agradable sensación que provocaron en mi ese cumulo de animalitos, acompañados de sus amos, los cuales demostraban un enorme orgullo y cariño frente a ellos.
Después de mucho tiempo, ese día entre animales y agua bendita, volví a sentir un poco de pureza… ¿será?...